Lectura compartida
Isabel Solé llama lectura compartida a un proceso de lectura en el que el profesor es un modelo que los alumnos van asumiendo poco a poco. El profesor y los alumnos leen, preferiblemente en silencio, una parte del texto y, tras la lectura, el profesor conduce a sus alumnos a través de algunas estrategias básicas:
- Primero realiza un resumen, mejor una recapitulación, para el grupo de lo leído. Les pregunta si están de acuerdo, puede pedir aclaraciones sobre algunas partes que resulten dudosas.
- En segundo lugar, formula a los niños alguna pregunta cuya respuesta hace necesaria la lectura. Realmente, las aclaraciones nacen de la reflexión sobre el texto; es necesario acostumbrar al lector a preguntarse sobre su propia comprensión del texto.
- A continuación establece sus predicciones sobre lo que queda por leer. En ellas intervendrán la comprensión de lo leído y los conocimientos pertenecientes al campo de la experiencia del lector.
- En este momento se inicia de nuevo el ciclo: leer, recapitular, solicitar aclaraciones, predecir. Pero esta vez, el moderador o responsable es uno de los alumnos.
Todos los alumnos pasarán por el papel de responsables en un momento dado, hasta que se acostumbren al proceso que, con el paso del tiempo, realizarán ellos bajo la supervisión del docente. Podemos establecer pequeños grupos o parejas para ejercitar estas técnicas. Tienen que aprender a saber qué han entendido y qué no, a hacer predicciones y a comprobar el acierto de las mismas, a recapitular… De esta forma, poco a poco, irán haciéndose con el control del proceso, los alumnos serán los protagonistas de la lectura de forma autónoma.
Los alumnos pueden formular preguntas de aspectos que no les hayan quedado claros que contestarán otros alumnos. También, las preguntas pueden orientarse a comprobar en qué medida la nueva lectura ha completado los conocimientos previos.