Leo leo

Ideas previas

Antes de entrar en materia, escribimos algunas ideas previas, resumidas del libro Estrategias de lectura de Isabel Solé (Graó Editorial, Barcelona, 1992):

  • Leer es una actividad placentera y voluntaria.
  • Habrá que procurar que la lectura no se convierta en una actividad escolar, por eso, y considerando que en la escuela hay que trabajar la lectura, es preciso distinguir unas situaciones (enseñar a leer y a trabajar la lectura) de otras: leer para disfrutar.
  • El maestro es un modelo lector, resulta difícil que, si no lo es, transmita el gusto por la lectura a sus alumnos, esa es la principal razón por la leer acaba convirtiéndose en una tarea escolar. Algo tan sencillo como que el docente lea mientras los alumnos lo hacen es un primer paso.
  • Leer no es un concurso. Para hacer competiciones es preciso estar motivado, participar en algo que no interesa más que a los buenos lectores sólo les sirve a ellos y desmotiva más al resto.
  • Hay que crear un entramado de situaciones respecto a la lectura: colectiva, oral, individual, silenciosa, compartida…
  • Es preciso seleccionar los textos adecuados a cada ocasión.
  • La lectura tiene que ser significativa, que los niños puedan comprender y compartir su finalidad.
  • El docente tiene que ofrecer las ayudas necesarias para que los alumnos afronten el reto con la necesaria confianza.
Banco de imágenes y sonidos del INTEF. Abraham Pérez Pérez. (CC BY-NC-SA 3.0)
Banco de imágenes y sonidos del INTEF. Abraham Pérez Pérez. (CC BY-NC-SA 3.0)

MOTIVACIÓN

  • Es necesario que el lector conozca los objetivos de su lectura: qué tiene que hacer y por qué va a leer.
  • Tiene que sentirse capaz de hacerlo, dispone de los recursos intelectuales y materiales y…
  • …de la ayuda necesaria.

En general:

  • Leer por placer, como evasión, es más motivador que leer por obligación, como ejercicio de clase.
  • Resulta motivador leer para informarse, para solucionar una duda o un problema.
  • Leer para conversar, para hablar con los demás de lo que se ha leído es más atractivo que hacerlo para responder a un cuestionario.

Habitualmente, los buenos lectores tenemos una relación sentimental (y no siempre en positivo) con nuestras las lecturas; fomentar esta relación entre los niños puede convertirlos en buenos lectores.

LOS OBJETIVOS DE LA LECTURA

  • Leer para obtener una información: Si la información es concreta, suele ser una lectura selectiva, rápida y, a la vez minuciosa si no encontramos la información deseada. Precisa de técnicas como conocer el orden alfabético; la estructura de los periódicos y revistas, tanto en papel como on-line; el manejo de índices alfabéticos, analíticos y sumarios; la lectura a vista de pájaro; las técnicas de búsqueda en internet… Si la información es general, queremos enterarnos de qué va el texto para decidir si nos interesa seguir con la lectura; es el ojeo del periódico o la revista de turno, por ejemplo. también es muy habitual cuando buscamos con qué página quedarnos de internet. Se trata de una lectura muy útil en la escuela y en la vida real.
  • Leer para seguir instrucciones: en este caso la lectura comprensiva es imprescindible, como también lo es la autoevaluación de lo que se ha comprendido.
  • Leer para aprender, para ampliar conocimientos, es un proceso de lectura lento, con detenciones y repeticiones, con interacciones entre lo que leemos y nuestros conocimientos previos, con consultas al diccionario o a la red, con técnicas de estudio: subrayado, resumen, esquema. En este caso, tener claros los objetivos de la lectura: estoy leyendo para aprender concretamente esto, es fundamental para el lector.
  • Leer para revisar lo que he escrito. Es una lectura que nos enseña a escribir y a leer desde un punto de vista ajeno: yo sé qué quiero decir y también tiene que saberlo quien lo lea. En la escuela donde, a veces, escribimos demasiado y repasamos poco, es decir: cuidamos poco el estilo, esta lectura es fundamental.
  • Leer por placer: Fomentar la lectura en la escuela es fomentar el placer de leer. Es preciso establecer el difícil equilibrio entre los trabajos sobre lectura y la lectura personal y placentera.
  • Leer para comunicar a los demás: Para leer (bien) un texto a un auditorio, es preciso haberlo comprendido previamente, es la única forma de ponerlo en escena mediante una adecuada declamación. El entrenamiento para la lectura en voz alta suele hacerse únicamente en la escuela.