Preguntas

Cuando mandamos leer un libro, solemos acompañarlo de un cuestionario en el que se plantean unas preguntas sobre la obra que finalizan con el inevitable resumen.

Banco de imágenes y sonidos del INTEF. Alicia Campomanes Díaz. (CC BY-NC-SA 3.0)
Banco de imágenes y sonidos del INTEF. Alicia Campomanes Díaz. (CC BY-NC-SA 3.0)

 

Aunque el primer interrogante que tendríamos que plantearnos es ¿por qué el mismo libro para todos los niños? si cada uno tiene distintos gustos, vamos a suponer que hemos dado una respuesta lógica a esta cuestión (por ejemplo:es que, como maestro, me tengo que leer veintitantos libros...) y que hemos decidido que la obra sea común (y, esperamos, que adecuada a la edad: es mejor leer a los clásicos más adelante que odiarlos toda la vida).

Repartimos a cada uno de nuestros alumnos los documentos ambientes, personajes y argumento, en cada uno de ellos deberán escribir una pregunta relacionada con el libro que han leído. Todos los documentos se guardan en el ordenador y podemos añadir algunos de tipo más técnico o completar otros aspectos que no hayan quedado reflejados y que nos interesen.

En otro momento, vamos abriendo cada uno de los documentos que contienen las preguntas, proyectándolos en pantalla y asignando cada cuestión a uno de los alumnos, que escribirá su respuesta y la comentará.

De esta forma, trabajamos el libro desde el esfuerzo que supone realizar preguntas sobre él, respondemos a las preguntas poniendo en común las impresiones de los alumnos y evitamos la lectura con guión que convierte a los lectores en expertos buscadores de respuestas, sin profundizar en el propio texto.