Tararí que escribí

Historia personal

Un buen ejercicio de imaginación y un buen juego es andar por la calle e inventar historias personales para la gente que nos encontramos. Es una actividad que puede hacerse individualmente, cuando paseamos o en gurpo, cuando salimos del cole o volvemos de jugar: Vamos caminando, elegimos a alguien que llame nuestra atención y le creamos una personalidad, un nombre, una familia, un trabajo, unas circunstancias, un argumento momentáneo ¿a dónde va? ¿qué se encontrará al llegar?… o una historia personal.

El maestro habrá encargado previamente a sus alumnos esta tarea para que mañana, al regresar a clase, los alumnos escriban esa historia acompañada de una descripción del personaje elegido.

Banco de imágenes y sonidos del INTEF. Uxia Pin. (CC BY-NC-SA 3.0)
Banco de imágenes y sonidos del INTEF. Uxia Pin. (CC BY-NC-SA 3.0)

Si nos da corte, podemos realizar previamente una selección de fotografías para presentar a nuestros alumnos mediante proyección, ellos elegirán el personaje más interesante. Una variación de la actividad es seleccionar fotos de personajes desde un punto de vista concreto para trabajar, por ejemplo, valores: la pobreza, los niños de la calle, la guerra… En este caso las historias personales serán el pretexto para debatir posteriormente sobre esas historias.