Poesía eres tú

Figuras con figura

En otros lugares de este portal hablamos de las figuras y recursos literarios. Recuerdo mi bachillerato antiguo cuando las clases de literatura eran bien un listín telefónico de autores y obras bien una caza de la metáfora que me impedía disfrutar de la lectura del poema, gozo que sólo pude recuperar pasados algunos años cuando me di cuenta que la poesía se lee para disfrutar y no para desbrozar un campo de palabras.

Está bien saber que una metáfora lo es, diferenciarla de la comparación y hasta de la metonimia o que el hipérbaton y la hipérbole no son lo mismo, pero algo habrá que inventarse para que cuando nuestros alumnos lean aquello de que los suspiros se escapan de su boca de fresa, por ejemplo, no piensen que Rubén Darío era un hortera o que Góngora era un … rebuscado, como pensaba yo por aquellos tiempos en los que me estudié la definición de metáfora, me propusieron un par de ejemplos que aparecían en el libro de texto y me mandaron leer desde el cantar de mío Cid hasta Gabriel Celaya a la caza de la metáfora escondida sin ponerme previamente a escribir unas cuantas, a comentarlas con mis compañeros y a reescribirlas en función de lo aprendido. Y es que los niños y adolescentes de entonces éramos estudiantes, ni lectores ni escritores, por lo menos en el aula y nuestro profesor de literatura no tenía ninguna confianza en nuestra capacidad creativa.

La propuesta figuras con figura pretende trabajar metáforas, comparaciones, personificaciones… sobre el papel (sobre la pantalla) escribiéndolas, poniéndolas en común, reescribiéndolas y, además dibujándolas.

Un listado previo a dos columnas para proponer cada uno de los términos puede llevarnos a establecer relaciones entre conceptos con las que construirlas. Un rato sobre la pantalla, probando, borrando… hasta que quedemos satisfechos y, después, si hemos llegado a la conclusión de que una arroba es un caracol con el mundo a cuestas, podemos contarlo a nuestros compañeros proyectando en la pantalla esta imagen:

arroba