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La entrevista

Esta es la explicación de Enrique Sánchez Pita, redactor de sucesos y tribunales de La Voz de Galicia, a alumnos del programa prensa-escuela de ese diario; tomemos sus palabras como punto de partida para expliar los elementos de una entrevista:

Como dijo el pintor Picasso, el talento supone un 10% de ingenio y un 90% de trabajo. En la entrevista, lo mismo. Una vez conocido el personaje a quien hay que entrevistar, conviene indagar mucho sobre él: conocer su biografía, trabajos, proyectos… Eso lleva su tiempo. También conviene hablar con gente que le conozca para que nos cuenten qué podemos preguntarle, por si se nos ha pasado algo por alto. También comentar con amigos: ¿qué le podría preguntar al personaje? porque siempre surgen buenas ideas o saber los temas que les interesan a los lectores de dicho entrevistado.

Por ejemplo, si tenemos que entrevistar al actual presidente de Francia, es bueno saber que a muchos lectores le interesará más su vida privada que sus proyectos políticos. Una vez realizado el paso de documentación y de elaboración de una lista de preguntas, llega la hora de la verdad y verse cara a cara con el entrevistado. Si éste es huraño y poco hablador, podemos tener un grave problema para rellenar el espacio en blanco de la entrevista. Otras veces, el entrevistado quiere «vender la moto» y hablar de cosas que no les interesan a los lectores. Aquí habría que hacer un poco el papel de moderador, animando a hablar al parco en palabras y cortando al que se va por las ramas. Finalmente, es importante que el entrevistador dé algún toque de humor o ingenio a las preguntas de la entrevista, para que sea más agradable de leer.

Hay veces en que el entrevistador ignora absolutamente todo sobre el personaje, quizás por falta de tiempo para prepararla o por que se trata de una materia muy compleja. En esos casos, la receta es ser prudente.

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Podemos plantearnos preparar entrevistas a personas accesibles de la localidad o del barrio:

  • Los políticos estarán encantados.
  • Muchos de los profesionales también; en ese caso podemos hacer una lista de qué me gustaría ser de mayor y conocer, mediante la entrevista, más a fondo esa profesión.
  • Seguro que tenemos a mano personas interesantes que trabajen en una asociación, un club deportivo, algún artista, un oficio tradicional o una afición curiosa…
  • Podemos también intentarlo con personajes de fuera, en este caso y para evitar frustraciones, es preferible que sea el maestro quien establezca el contacto. Como la entrevista no podrá ser directa, quedaremos con el entrevistado en enviarle un guión que tendrá que devolvernos con sus respuestas.
  • En un alarde de imaginación, también podemos inventarnos al entrevistado: un personaje de leyenda, un animal…
  • Desde luego, el periódico digital del cole, la bitácora del aula son los lugares ideales para colgarla.

Una cuestión técnica: conviene grabar la entrevista, si la hacemos personalmente, para no perder detalle. Si no disponemos de grabadora, puede servir la propia pizarra digital. Incluso podríamos grabarla en vídeo.

Para irnos ambientando podemos leer la entrevista  de Juan Cruz a J. K. Rowling, creadora de Harry Potter, publicada en El País.