Leer para comprender
Pensar es relacionar. Al pensar relacionamos conceptos, datos e informaciones, estableciendo entre ellos relaciones causales o comparaciones, clasificándolos, reuniéndolos bajo una explicación general que los engloba y los supera, etc. La memoria recolecta y almacena ese stock de conceptos y datos a partir de los cuales podemos recrear y pensar. Leer comprensivamente es leer entendiendo a qué se refiere el autor con cada una de sus afirmaciones y cuáles son los nexos, las relaciones que unen dichas afirmaciones entre sí. Es utilizar los conocimientos previos disponibles, establecer predicciones sobre el texto, atención, reflexión, construcción de conclusiones…
Podemos hablar entonces de distintos niveles de comprensión:
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Comprensión primaria: es la comprensión de los «átomos» de sentido, de las afirmaciones simples. ¿Qué dice esta oración? En este nivel suele generar dificultades la falta de vocabulario. Simplemente no sabemos qué dice porque no sabemos el sentido de la/s palabra/s que emplea el autor. Esto se soluciona fácilmente recurriendo al diccionario. En otras ocasiones será necesario pasar del pensamiento concreto al abstracto para comprender el sentido del texto.
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Comprensión secundaria: es la comprensión de los ejes argumentativos del autor, de sus afirmaciones principales, de sus fundamentos y de cómo se conectan las ideas. ¿Qué quiere decir el autor? En este nivel los fracasos pueden tener por causa la no distinción entre lo principal y lo secundario. Es muy común que el lector se quede con el ejemplo y olvide la afirmación de carácter universal a la que éste venía a ejemplificar. También dificulta la comprensión secundaria la falta de agilidad en el pensamiento lógico. El lector debe captar los nexos que unen las afirmaciones más importantes del texto. Al hacerlo está recreando en su interior las relaciones pensadas por el propio autor. Esto supone en el lector el desarrollo del pensamiento lógico.
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Comprensión profunda: es la comprensión que supera el texto, llegando a captar las implicaciones con el contexto en que fue escrito, el contexto en que es leído. ¿Qué más dice el texto? ¿Son correctas sus afirmaciones? Esta comprensión implica un conocimiento previo más vasto por parte del lector. Cuanto mayor sea el bagaje de conocimientos con el que el lector aborde el texto tanto más profunda podrá ser su comprensión del mismo. Pueden dificultar el pasaje al nivel profundo de comprensión la falta de cultura general o de conocimientos específicos. También dificulta este paso la carencia de criterio personal y de espíritu crítico.
Para desarrollar la lectura comprensiva es aconsejable:
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Leer periódicamente (en lo posible todos los días), tanto libros de estudio como libros de literatura, revistas o diarios.
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Adquirir más vocabulario, ayudándose para ello con el diccionario (la misma lectura nutre de conceptos al lector sin que éste se dé cuenta de ello).
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Ejercitar el pensamiento lógico, ya sea mediante el estudio de la Lógica o la Matemática o los juegos de ingenio.
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Ampliar la propia cultura general adquiriendo un conocimiento básico suficiente sobre la Historia y sus etapas, sobre la geografía del propio país y del mundo, sobre las distintas ideas políticas y religiosas, etc.
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Desarrollar el espíritu crítico definiendo la propia escala de valores y juzgando desde ella las afirmaciones de terceros.
Tomado de luventicus.org
A lo largo y ancho de este portal hemos hecho propuestas que sirven para nuestros objetivos de lectura comprensiva, podemos encontrarlas en las categorías cuentacuentos, leo leo, poesía eres tú… y en otras que irán apareciendo, sin embargo, queremos introducir un apartado específico dada la importancia de la comprensión lectora, especialmente en la escuela.