El reportaje

Cuando los periodistas pretenden profundizar y explicar una noticia, situando los hechos en un contexto, utilizando testimonios y vivencias, indagando hasta el fondo de los asuntos y, además, buscando darles un significado, nace un reportaje. En el reportaje, la tarea del periodista es presentar al lector no especializado informaciones organizadas, ubicadas en un escenario, para ayudarlo a entender las implicaciones de los hechos y a establecer, con su punto de vista, un juicio valorativo.

Los reportajes son una excelente fuente de información para los trabajos y las actividades de clase. Si tocamos, por ejemplo, el tema del agua, podemos encontrar un excelente reportaje en la red de la BBC en su edición española, titulado aguas inciertas. Además del trabajo con internet, los dominicales de todos los periódicos suelen publicar reportajes sobre los temas más variados (y los dominicales, con sus reportajes, también están en la red como este alimentos clonados que he leído en xl semanal).

Los trabajos escolares pueden convertirse en reportajes para publicar en la web del centro, en el periódico o en el blog. Si están muy elaborados, siempre podemos imprimirlos en formato PDF y colgar el archivo completo.

Para hacer un reportaje puede seguirse este esquema:

• Una introducción al tema que se va a tratar, que haga atractiva su lectura.
• Desarrollo amplio del contenido. El reportero analiza el tema, describe los detalles y ofrece una visión de carácter general.

Al redactar el reportaje hay que tener en cuenta una serie de técnicas:

• Conocer claramente los hechos o el tema que sirve de base al reportaje.
• Documentarse para dominar el tema totalmente.
• Hacer un esquema de los principales aspectos que se quieren tratar.
• Teniendo en cuenta que el resultado suele ser largo, escribir los primeros párrafos para atraer al lector.
• Desarrollar el reportaje lo más objetivamente posible.
• Recordar que un buen reportaje ha de ser: preciso, comprensible por la mayoría (divulgativo) y mantener un ritmo correcto para que el interés no decaiga.