Antes de leer
El conocimiento previo de lo que se va a leer constituye un puntal fundamental de la lectura comprensiva. En muchas ocasiones es necesario ponerlo en marcha, he aquí algunas ideas que aporta Isabel Solé:
Si se trata de un texto estructurado en partes, con sus títulos, con distintas enumeraciones de aspectos… podemos establecer una conversación previa sobre ellos, para activar los conocimientos previos.
- Dar alguna información general de lo que se va a leer. No se trata de explicar el contenido sino de relacionarlo con otros conocimientos anteriores que provengan de su experiencia previa, de otros contenidos… Saber de qué tipo de texto se trata; su autor, si ya hemos leído algo suyo… Esta información puede darla el docente, pero es muy interesante que lo haga el alumno; vamos a leer un texto sobre Marte y conversamos acerca de lo que ya sabemos del planeta.
- Conocer los objetivos de la lectura permite valorar en qué hay que fijarse más.
- Podemos sustiuir al profesor por los alumnos a la hora de proporcionar una información general del texto: a ver, qué sabemos de Marte.
Establecer predicciones, fijándonos en la estructura, los epígrafes, las enumeraciones con viñetas o numeradas, las ilustraciones, índice… del texto, podemos aventurar de qué va a tratar, ligándolo con nuestro conocimiento previo.
Promover las pregunta de los alumnos: El hecho de que los alumnos pregunten al maestro sobre el texto supone hacer uso de sus ideas previas y predicciones y otorgan sentido y objetivos propios a la hora de leer. El papel del maestro puede ser ir orientando las preguntas de sus alumnos hacia el tema del texto, sus ideas principales o, en su caso, puede plantearlas el profesor.
Como indica Isabel Solé, lo que puede hacerse antes de la lectura tiene la finalidad de:
-
Suscitar en el alumno la necesidad de leer, ayudándole a descubrir las diversas utilidades de la lectura en situaciones que favorezcan su aprendizaje significativo. Proporcionarle los recursos necesarios para que pueda afrontar las actividades de lectura con seguridad, confianza e interés.
-
Convertirle en un lector activo, en alguien que sabe por qué lee y que asume su responsabilidad ante la lectura, aportando sus conocimientos y experiencias, sus expectativas y sus interrogantes.