Como Ana Meilán
Dicen que los niños vienen con un pan bajo el brazo pero los míos vinieron cargados de libros. Con ellos abrí una ventana nueva, quién sabe si es por la que cada noche cruza Peter Pan para llevarnos a Nunca Jamás.
De su mano conocí personajes entrañables, con los que ahora me parece imposible no vivir y juntos creamos otros que inspiraron nuevos cuentos. Escribo historias corrientes, de gente corriente que guarda lágrimas bajo la cama, tiene mapas con estrellas habitadas, son héroes sin ser superhéroes o que conocen el secreto mejor guardado del ratón Odón.
Bienvenidos a mi mundo… entre nubes y cuentos…