Tipologías textuales

Narrativos

Tras los textos expositivos de naturaleza escolar, son los narrativos los que más leemos en la escuela, generalmente en clase de lengua; sin embargo, pese a ese liderazgo, habitualmente nos centramos en una clase de texto narrativo: un cuento, una historia breve, un fragmento de una obra… Desde luego estos textos los seguiremos leyendo, pero sin olvidar que también son textos narrativos los diarios vitales y los otros, los de la prensa, las biografías y memorias, la poesía… El texto con imágenes también se incluye en este grupo: las historietas gráficas, las fotonovelas, los chistes… Por eso hemos decidido añadir varios apartados a la narración.

A medida que nos hacemos lectores se construye a nuestro alrededor la teoría de la narración; son las lecturas las que elaboran la lección que aprendemos sin saberlo. Ya he comentado en numerosas ocasiones que no soy partidario del cuestionario de lectura; aunque no sean objeto de primaria los palabros en cuestión, imaginemos momentáneamente a un lector de la sombra del viento, por citar uno de los éxitos editoriales de los últimos años, pensando en si el narrador es heterodiegético u homodiegético. La conclusión es clara: la avidez con la que muchos hemos devorado ese libro se pierde porque la historia pierde su magia para convertirse en un tema de estudio.

No diré que no sea necesario escolarizar los relatos, pero hagámoslo después de leer y no durante la lectura, dejemos que la lectura sea placer y convirtamos el ejercicio posterior en una agradable conversación sobre historias contadas.

Teniendo en cuenta esta premisa, procuremos leer textos en pasado, en presente y en futuro, pero dejemos que primero lean el texto, ya buscarán verbos cuando lo hayan leído sin la presencia del ejercicio en el margen inferior.

Banco de imágenes y sonidos del INTEF. Esther Diana García. (CC BY-NC-SA 3.0)
Banco de imágenes y sonidos del INTEF. Esther Diana García. (CC BY-NC-SA 3.0)

 

Textos donde el narrador sea el protagonista, testigo u omnisciente y en los que le permitamos narrar sin que el lector pierda el hilo argumental, que para eso está.

Relatos que parecen reales, fantásticos o imaginaciones sobre cuentos imaginarios. Dramáticos o cómicos, de terrorciencia ficción, con moraleja, epistolares… Todo tipo de historias están a disposición del lector, deja que lea.