Textos para leer
Si asumimos que siempre estamos aprendiendo a escribir y leer es porque existen distintas formas de hacerlo y muchos “niveles” de lectura y de escritura. Una vez superada la falsa creencia de que leer es pronunciar sonidos y, escribir, graficar signos, comprendemos que existen distintas maneras de mirar y leer un texto periodístico, una carta, un anuncio, un texto expositivo o uno literario, del mismo modo que no escribimos igual ninguna de estas producciones.
Para comprender un texto hay que “situarlo” correctamente, es preciso adscribirlo a un tipo y saber si estamos ante un relato real (una biografía) o uno de ficción (una novela), si el destinatario es una persona conocida, o al menos determinada, a la que queremos comunicar algo (una carta) o un colectivo (noticia periodística), si nuestro objetivo es informar o entretener… además no leemos de la misma manera un anuncio, un periódico, un cuento, una carta o un texto expositivo, ni, por tanto utilizaremos las mismas técnicas para escribirlo.
Por esta razón las aulas deben estar llenas de textos, diferentes y complejos, como los que existen en la vida real. Los niños deben manejar folletos publicitarios, periódicos y revistas, diccionarios, listas, manuales de instrucciones, libros de texto y consulta, biografías, cartas, anuncios,… conocer sus características intrínsecas, leerlos y producirlos, porque sólo se aprende lo que se hace. En la escuela no pueden faltar:
- Textos enumerativos.
- Textos informativos.
- Textos literarios.
- Textos expositivos.
- Textos prescriptivos.