La cadena
Las aulas de informática eran lugares contra la pared, las mesas estaban en forma de U, generalmente mirando al muro, una estructura cómoda para el docente, pero poco comunicativa. Los alumnos estaban avisados de que no tenían que armar jaleo, ni moverse del sitio. Algunas veces las mesas miraban a la pizarra, pero el lío de cables y las instrucciones de uso impedían la movilidad, en muy pocas ocasiones, las aulas estaban dispuestas para trabajar en grupos y, en ese caso, las pantallas y cajas de CPU constituían una barrera comunicativa. La llegada de los tablets-pc cambia la disposición del aula, pero, en algunos casos, las normas contra la comunicación siguen presentes en el aula, cuando la idea es que los alumnos puedan moverse, trabajar en grupo… Así que, más para acostumbrar a algunos maestros que a los alumnos, podemos hacer actividades en las que sea necesario moverse.
La cadena es, precisamente, una rueda de poetas. Partimos de un verso que aparecerá escrito en la pantalla de la pizarra digital de cada uno de nuestros alumnos, los versos serán distintos en cada caso y pueden ser inventados o tomados de poemas conocidos.
El alumno, en su pizarra, escribirá un verso a continuación del dado y cambiará de puesto. Allí encontrará el primer verso y el que ha escrito otro compañero, los leerá y añadirá otro. La cadena sigue hasta completar la rueda.
Una variante es que el verso de partida sea el mismo en todas las pantallas; en este caso podremos comparar los distintos derroteros que ha seguido el poema condicionados por el segundo verso, el que ha comenzado a escribir el primer alumno.
Si el grupo es muy numeroso o vemos el ejercicio complicado, podemos hacer equipos más pequeños. También puede hacerse en el aula de informática.